Restablece mi ímpetu que cuanto haga este impregnado de tu palabra bajo el seguimiento de tus sagrados mandamientos.Que esta noche puedo decir, a pesar de mi fragilidad y de mi pecado, que fui servidor del Reino que tu Hijo Jesús vino a implantar en esta tierra de división y odio, mentira y presunciónísmo.«Una oración perseverante produce un